Poco y nada en La Plata entre Estudiantes y Racing, con un 0-0 muy justificado, porque las llegadas a los arcos pueden contarse con los dedos de una mano y se dieron con remates desde fuera del área. El Pincha tiene la mente en el choque del martes por la Sudamericana (viaja hoy a Guayaquil para visitar a Barcelona) y de todas maneras Eduardo Domínguez colocó mayoría de titulares, a diferencia de Fernando Gago, que como le pasó otras veces "puso lo que puede", con una delantera en la cual no pudo contar con Hauche (expulsado), Romero, Reniero (ambos lesionados) ni Guerrero (rescindió contrato). Como también cuidó a Gabriel Rojas y a Moreno por sobrecargas musculares, el equipo tuvo a muchos pibes, y quedó una conclusión: si Maxi Moralez ni siquiera entró anoche, será difícil que tenga más chances... ¿Lo positivo de un lado y del otro? Que no se perdió: Estudiantes llegó a 14 sin caídas como local, y Racing a 8 fechas invicto en la actualidad. Algo es algo...
De entrada dio la impresión de que el local iba a imponer condiciones, pero nunca encontró claridad ni en Rollheiser ni en Palavecino, contando con las apariciones de Leonardo Godoy y de Benedetti por los costados. La Academia buscaba pases cortos para cortar el ritmo, con Jonathan Gómez activo y probando dos veces al arco: en una, la pelota pasó cerca y en la otra obligó a una volada de Andújar para dejar las cosas como estaban. Y en los 15 finales, le robó la pelota, la manejó, aunque sin peso en la ofensiva con Saliadarre, Baltasar Rodríguez y Oroz, más alguna aparición de Piovi.
Eduardo Domínguez metió mano para el segundo tiempo y buscó con Zapiola, Ascacíbar y Mancuso. Y como en la etapa anterior, arrancó mejor, más decidido. Parecía que en algún momento iba a encontrar un huequito para que la pelota le llagara a Boselli. Una vez se dio y el cabezazo del delantero se fue al lado del palo derecho de Arias, pero estaba en off side... Y la única clara que tuvo fue un disparo de Mancuso que el “1” mandó al córner. Después, solo amenazas.
Racing propuso un juego lento, porque no tenía explosión arriba y en esos 45 minutos no complicó al fondo local, ni con los minutos que jugó Fértoli, ni tampoco con la banda de pibes que entró después, como Cabellos, Ojeda y Tomás Pérez.
Sigali sacó todo en el fondo y terminó con una venda en su cabeza. No fue una batalla, pero por momentos se puso picante el partido. El 0-0 final fue la muestra de lo que pasó.




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