Contundencia. En el regreso del fútbol local, Racing dejó en claro que la tiene, como lo ha demostrado en varias ocasiones. Con irregularidades, tal como puede apreciarse en su campaña en lo que va del año, sabe que cuenta con un poder de fuego que los rivales sufren. Y cuando se le abre el arco, sus hinchas -esos que ayer desafiaron la lluvia y el frío- festejarán seguido. Le ganó 3-0 a Godoy Cruz y quedó en el lote de escoltas, a un punto de Huracán, dejando buenas sensaciones, aún con algunas ausencias importantes para el esquema, ante un Tomba que sufrió bajas que Daniel Oldrá deberá reemplazar. Con algunos puntos muy altos, tales los casos de Carbonero, que anotó un gol y participó en los otros dos, Maravilla Martínez, que abrió el camino, y Almendra junto con Nardoni, la Academia se sacó de encima a un rival que en el último tiempo parecía ser su sombra y ayer nunca le permitió meterse en partido.
En el arranque hubo un par de aproximaciones de cada lado, porque Godoy Cruz amenazó con Altamira por derecha, y Racing respondía con Carbonero, que arrancó por izquierda y luego cambió de punta. Y de repente, el local estaba dos goles arriba... A los 10, Carbonero cedió a Maravilla, que entró al área por izquierda y definió al primer palo. A los 19, el "9", junto con un rival, le dieron el balón al colombiano, quien por la misma punta tocó suave, contra el caño izquierdo y estiró la ventaja. Dos llegadas, dos goles.
Y ya el partido fue otro, porque Almendra manejaba el medio, y si Racing hubiera estado más preciso, la diferencian era mayor. Recuperaba en bloque, Salas las peleaba todas, Nardoni corría y jugaba, Martirena y Rojas iban por los costados, mientras la visita contaba con el criterio de Leyes, pero no tenía manera de llegar sobre Arias. Sobre la hora, y a puro toque, Maravilla marcaba el tercero, no convalidado por un milimétrico off side de Rojas.
En el segundo tiempo, Racing siguió siendo más, y cuando aceleraba había "olor a tercer gol", más allá de los encontronazos de Marínez y Salas con Barrios y Rasmussen, con alguna palabra y "algo" más. Petroli impidió el doblete de Maravilla, y a los 15, Gabriel Rojas marcó un golazo. La jugada la inició él con un lateral y abrió hacia la derecha; pared Carbonero-Martirena para que el pase de rastrón encuentre a Rojas en la medialuna, que de zurda la mandó a la red.
Apenas quedaba tiempo como para que Racing ampliara la cuenta. No lo hizo pero dejó una buena imagen, con contundencia. Ahora debe lograr más regularidad.
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